miércoles, 1 de junio de 2011

Comunicación y medio ambiente

Lograr la protección y uso racional de los recursos naturales otorga una significativa responsabilidad a cuanto hacen los medios de comunicación en función de la educación ambiental. Y, más que esto, la promoción de hábitos de consumo sustentable en franco enfrentamiento con la publicidad consumista y la falta de información sobre el tema.
Justamente, el término de consumo sustentable ha irrumpido en la prensa y en las investigaciones de los especialistas, para buscar un cambio en modos de actuar cotidianamente que agreden al entorno o provocan una sobre explotación de los recursos agotables.
Desde velar con celo el tiempo de duración de una ducha, no echar a la basura las lámparas fluorescentes inservibles, hasta cuánto desperdicio generamos, ya sea en el hogar o cuando en un establecimiento además de una lata de refresco o cerveza utilizamos un vaso plástico que se convertirá directamente en desecho.
El alto nivel de instrucción de los cubanos facilita la elevación de esa cultura ambiental, con ayuda de los medios de prensa. Máxime porque la producción de bienes y servicios no está regida por la obtención a ultranza de ganancias, como en los países industrializados, sino la implicación social y la protección del medio.
De lo que se trata, en esencia, es de satisfacer las necesidades actuales sin socavar las capacidades del medio ambiente de las generaciones presentes y futuras.
Para los expertos, los consumidores deben saber qué hay detrás de un producto, y, por ejemplo, nutrirse de la información ofrecida en las etiquetas más allá del tiempo de caducidad o los beneficios anunciados; también se requiere interesarse por la afectación que causan los productores en el lugar de fabricación o si la materia prima es totalmente lícita.
Aun cuando en Cuba han desaparecido de la venta de souvenir las artesanías confeccionadas a partir del carey o los corales, se puede educar más en mantener la limpieza de las playas como una acción directa sobre el medio; adoptar un comportamiento responsable para evitar los incendios forestales; pero así mismo no convertirnos en clientes cómplices de la tala indiscriminada de árboles y del robo de arena en las playas.

2 comentarios:

epistolario segun san alvaro dijo...

Interesante lo que comentas respecto al manejo de las políticas píblicas en Cuba con respecto a este tema Iris no las conocía.

Lola dijo...

Besos