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martes, 2 de mayo de 2017

Una historia sencilla del Primero de Mayo


Quizás se llama Olga o Mirtha, pero para mí es Margarita, como la flor que simboliza la sencillez o la humildad. Lleva en sus hombros, abrigados por el "fresco" de la madrugada, los avatares de las colas en la farmacia, de los reclamos impacientes de los nietos y un montón de consejos para quien los necesite y para quien no. Carga en su espalda los sueños conquistados para ella y su familia, los postergados indefinidamente y también sus pesadillas.
Este desfile era especial y allí estaría, en la Plaza. En mayos anteriores -solo en muy contados- se ha quedado en casa por un impertinente dolor de muelas o por el catarro "malo, malo" de la temporada. Pero esta vez nada la detendría. Sería su tributo. Su prueba de fe. Su compromiso.
Madrugó como cada día, pero tal vez con más prisa de la habitual. Dejó doblado el delantal, después del café matutino de la familia. Insistió en que todos los de la casa llevaran agua y desayunaran. Y ni siquiera tuvo que elegir vestuario: algo cómodo y una pieza blanca o azul.
No podía dejar la bandera, la pequeña de papel que la acompañó a despedir a Fidel cuando pasaron sus cenizas a reposar en Santa Ifigenia. Todavía tiene amarrada la flor con que acudió a la Carretera Central el pasado diciembre y las lágrimas fue todo lo que pudo decir. Su paso no es apurado. Ya no es lo más importante.
(Foto de Rey López)

viernes, 27 de mayo de 2016

Las domésticas, otra arista del cuentapropismo

La señora que me ayuda en la casa es un material publicado hoy en www.cubasi.cu y me parece, además de oportuno, otra arista del cuentapropismo poco abordada. Y, aunque se refiere básicamente a quienes desarrollan su jornada de trabajo en hogares, también hace pensar en las miles de contratadas en las casas de renta.
Esta modalidad del alquiler casi lleva implícita la necesidad de empleados. El arrendatario debe llevar controles, permanecer pendiente del negocio para evitar ilegalidades y responder a inspecciones de la ONAT, de Inmigración, etc.
La empleada que hace las habitaciones y mantiene la limpieza, también "ayuda" en las labores hogareñas y cobra los servicios extras que solicitan los clientes, como lavar y planchar la ropa, no incluidas en el alquiler.
Tengo unos amigos propietarios de una casa con Rooms for rent en cuc, y su empleada, divorciada, con dos hijos, de alrededor de 45 años de edad, con nivel medio superior, trabajaba en las oficinas de la Universidad y se vio casi obligada, por el bajo salario, a buscar otro empleo en el sector no estatal.
Las experiencias en este tema son diversas y coincido con el reportaje en que falta protección legal para que estas trabajadoras sigan desempeñándose con dignidad y sin que las relaciones laborales favorezcan el abuso o la explotación.

martes, 5 de abril de 2016

Sin esperar por campañas

La colega Jenny Cressman, desde Canadá, me ha enviado algunos materiales sobre la violencia de género. Los comparto porque en Cuba es un asunto más común de lo aparente y porque en nuestro contexto se suele amplificarlo casi exclusivamente durante la Jornada de la No violencia contra las mujeres y las niñas, que se celebra en noviembre de cada año.
Shelternet es un sitio que ofrece información sobre el abuso a partir de un lenguaje claro, preciso, que no intenta ser perturbador, sino esclarecedor, para víctimas, victimarios, pero también para quienes al menos pueden ofrecer la mano amiga. Todos los días alguien en nuestro entorno está siendo abusada de alguna manera y, a veces, nos consolamos creyendo que "se lo buscó", que "nadie le obliga a seguir en esa situación", que "entre marido y mujer nadie se debe meter", y un largo etcétera de supuestos argumentos para virar la cara en un gesto que esconde nuestra indiferencia o prejuicios acerca del tema.
¿Cómo reconocer el abuso?, Diez cosas que necesita una mujer, Entender el abuso, ¿Existen diferentes tipos de abuso a la mujer?...son algunos de títulos de artículos publicados en www.shelternet.ca/es que nos permiten entender más este fenómeno que afecta a millones de mujeres en el mundo.

jueves, 23 de abril de 2015

Mi deuda con los círculos infantiles

Los círculos infantiles en Cuba no son únicamente una institución destinada al cuidado de nuestros hijos más pequeños para que las madres trabajemos, tampoco una escuela Preescolar para enseñar los colores y las figuras geométricas. Tienen esas funciones y muchas más.
Desde que cumplieron su primer año de vida y empezaron a caminar mis hijas matricularon en el centro Las Tres Casitas, en la ciudad de Las Tunas, uno de los más pequeños de su tipo, pero con un colectivo igualmente profesional y amable. Ellas cumplieron allí cada uno de los objetivos previstos para cada etapa. Sin embargo, les descubrieron sus dotes artísticas al incorporarlas a grupos corales, danzarios, teatrales; se hicieron un poco más independientes, aprendieron a relacionarse con sus coetáneos, comenzaron a comer solas y con buenos modales, respetaron los horarios de sus siestas...

Una de mis deudas con la institución fue el inicio de Beatriz en el canto. Gracias al trabajo de Mara, la instructora de arte, mi pequeña comenzó este camino que mantiene en la Escuela Vocacional de Arte. Por todo esto, me siento en deuda permanente con los círculos infantiles.
La incorporación de las mujeres al trabajo, como prioridad de la Revolución para la asegurar la realización plena de las féminas, obligó a buscar alternativas para el cuidado y atención pedagógica de los niños en edad preescolar. De esa forma, hace más de cinco décadas quedaron atrás las conocidas crechen o kindergarten concebidos solo para cuidar. Y nacieron los círculos infantiles, basados en la formación educativa y la preparación de los pequeños para su ingreso a la escuela.
Mas, las limitaciones económicas de la década de los noventa impidieron continuar la construcción de estos centros a lo largo y ancho del archipiélago cubano. Los efectos de este hecho se hallan en el incremento de la demanda de las capacidades, por encima de la oferta, en beneficio de las madres trabajadoras de los llamados sectores priorizados, de acuerdo con las disposiciones e intereses de los municipios.

viernes, 27 de febrero de 2015

Depresión post parto fuera de una imagen idealizada

El cine y la televisión se han encargado de dibujar la imagen de cómo debe ser el momento del parto y el primer instante de tener en brazos a la criaturita recién nacida. Pareciera que todas debemos comportarnos de esa manera entre sonrientes y llorosas o hasta con los pelos en su lugar, y no cansadas, más que eso, exhaustas, ojerosas y desgreñadas, como deja un parto natural por muy rápido que sea o una cesárea.



Sin embargo, tal como refieren las líneas iniciales, no siempre ocurre al pie de la letra como los estereotipos subrayan. Algunas ni siquiera se manifiestan felices tras la llegada de un bebé esperado y no por eso deben calificarse como malas madres u otros calificativos despectivos y críticos.
Existe un fenómeno llamado depresión post parto, sin causa aparente, que puede padecer cualquier mujer al dar a luz. Según refiere la literatura, el brusco descenso de las hormonas que experimenta el cuerpo de la mujer tras el parto es el responsable de esa depresión.
Algunas sensaciones contradictorias con el momento que vive la nueva mamá, entre ellas la ansiedad, la tristeza, el cansancio y el nerviosismo pueden romper el desarrollo del materno filial, y afectar negativamente en el crecimiento del recién nacido. Los síntomas más comunes asociados con la depresión posparto son la tristeza, la irritabilidad, la fatiga, el insomnio, la pérdida de apetito y la ansiedad.
La depresión postparto puede desarrollarse aún cuando el amor por el recién nacido sea intenso. En estos casos, la madre teme desesperadamente perder a su precioso bebé por no cuidarlo bien, porque no se desarrolle adecuadamente, por una infección o bien teme que muera súbitamente. Un simple catarro puede causar una gran preocupación. La madre puede obsesionarse con el peso del bebé y alarmarse si llora demasiado o incluso si pasa mucho tiempo en silencio, llegando a pensar: ¿habrá dejado de respirar?. Es frecuente que la paciente desee ser constantemente tranquilizada por su pareja, su familia, su médico o cualquier otra persona.
Tal vez por los mismos estereotipos mencionados, este padecimiento transitorio es poco conocido y muchas sufren en silencio. Los especialistas aseguran que con las terapias adecuadas la depresión desaparece en poco tiempo, pero de no ser tratada puede durar meses o años.
La actriz norteamericana Brooke Shields ha sido una de las figuras públicas que reconoció haber padecido esos síntomas.

lunes, 25 de noviembre de 2013

Hagamos algo... al menos adoptar una posición

En este momento alguna mujer es víctima de la violencia, solo porque alguien se cree más fuerte y hace valer esa fuerza. Lo más importante no son las estadísticas, tampoco si en ese ejercicio de desigualdad quedan marcas visibles o no. Mientras una esté sufriendo por esta razón, debemos hacer algo. Si es tu amiga, no creas que a ella le gusta, ni te canses de estar a su lado. Hoy inicia una Jornada -hasta el 10 de diciembre- que busca sensibilizar y decir NO a la violencia contra las mujeres.

lunes, 2 de abril de 2012

El enfoque de género va a la Universidad

Desde hace ya dos décadas cuando se convocó por primera vez al Encuentro Iberoamericano de Género y Comunicación, ha sido un reclamo la capacitación de los decisores de los órganos de prensa cubanos para que contribuyan a visibilizar el quehacer de las mujeres y a eliminar estereotipos sexistas. También para que se destierre el criterio de que tratar temas femeninos es hablar de recetas de cocina y de modas. O, limitarlos a campañas contra la violencia de género, al cifrismo sobre la fuerza cubana profesional y técnica mayoritariamente de mujeres y a entrevistas a directivas. Claro, que no por recurrentes se ha logrado hacer de estos un asunto cotidiano, pero los reclamos van más allá. Por eso, es que me ha llamado la atención particularmente una propuesta presentada en el Encuentro Regional, celebrado en días recientes en Las Tunas, y que antecede al evento internacional de mayo en La Habana. La joven colega Karina Escalona, de Radio Ciudad Monumento, de Bayamo, defendió con vehemencia sus ideas, novedosas para casi todas las personas del auditorio. “Soy graduada de Periodismo en 2006, explica, y siento que hay un vacío en la formación de pregrado en nuestra carrera, acerca del enfoque de género. No es lo mismo que llegáramos a estos encuentros a confrontar experiencias o perfeccionar nuestro trabajo, que, en muchos casos, comenzar por el abc de qué es el enfoque de género o reducirlo a cuestiones, que me parecen importantes, como la violencia de género o el uso de un lenguaje sexista. “Pienso que se podría aprovechar el contenido de varias asignaturas de la Licenciatura y transverzalizar el relativo al enfoque de género, por ejemplo, cuando se hace referencia a J. Martín Barbero se puede hablar del impacto de sus estudios sobre este particular. Cuando estudiamos las teorías de la Comunicación, por qué no tratar los movimientos feministas y su incidencia en esas escuelas.” Por como refiere la propia Karina, “cualquier interés, iniciativa, capacitación, política editorial o formación con respecto a la perspectiva de género debe pasar sin dudas por el hecho de hacer notar en primera instancia a los/as periodistas que son parte activa, y no pasiva, de una sociedad cuyos presupuestos patriarcales, y muchos de los hechos conocidos hasta entonces como “normales y naturales,” no son más que construcciones culturales cuya evolución les ha permitido permanecer en el tiempo.” “La ausencia de enfoque de género en los trabajos periodísticos publicados en los medios de prensa es una problemática no solo desde el punto de vista de la discriminación que significa para hombres y mujeres, sino que implica también una dificultad para el ejercicio del periodismo, en tanto su ausencia limita el análisis de los hechos noticiables desde una perspectiva más amplia.” La periodista Karina Escalona desarrolla una tesis de Maestría donde propone incluso una asignatura para incluirla en el Plan de Estudio, en la formación de los futuros periodistas. Ella sugiere que la disciplina se denomine Periodismo y Género, se ubique al iniciar el cuarto año y esté divida en cuatro temas principales. Abarcarían desde los movimientos de mujeres a la construcción del concepto de género, su vínculo con la teoría e investigación en comunicación y periodismo, así como la inclusión del enfoque de género en temas claves asociados a la discriminación de hombres y mujeres. “Con el objetivo de ir más allá de una experiencia pedagógica instructiva, se pretenden potenciar las clases prácticas y talleres, para lograr una real comprensión y sensibilización hacia estas temáticas, y así aprovechar las posibilidades de los debates y discusiones grupales para propiciar las reflexiones y análisis en torno a cada uno de los temas propuestos. (…) Concebida como una asignatura que favorece la articulación de conocimientos previos, tiene su base en el intercambio constante de experiencias en la construcción de nuevos aprendizajes.” Sin dudas, la iniciativa encuentra hoy una laguna real en la formación académica de los futuros profesionales de la palabra y con las condiciones para que las ideas de la joven colega se apliquen y fructifique.

martes, 17 de febrero de 2009

El lenguaje de género en la vida

Hace un tiempo, mi hija mayor, Sofía, de 4 años, me hizo pensar nuevamente en algo que venía escuchando: la aplicación del llevado y traído tema del lenguaje de género. En cierta ocasión, para hacerla razonar de por qué debía acostarse temprano en la noche, le dije: “los niños no ven telenovelas”. Y ella, ni corta ni perezosa, replicó: “los niños no, pero las niñas sí”.
Quizás por desconocimiento, algunas personas consideran que el uso del artículo masculino y femenino para hablar de trabajadores, estudiantes, hombres y mujeres, hembras y varones, es un esnobismo o capricho de las feministas. Hasta esta última palabra ha cobrado una connotación radical para relacionarla con quienes se manifiestan casi como enemigas de los hombres y no, como es en la realidad, para aquellas enemigas de la discriminación de las mujeres.
No pocas reacciones al respecto coinciden en que “la palabra hombre incluye a la mujer”; “quieren cambiar hasta la lengua”; “eso es un asunto trivial para dedicarle análisis”; “así se economiza el lenguaje y el papel”, “de esa forma ha sido siempre, por qué modificarlo ahora”, entre otras muchas opiniones.
Sin embargo, quienes investigan sobre estos temas refieren que, al ser la lengua un reflejo de la sociedad que las habla, si en ellas se advierten hechos o actitudes sexistas puede relacionarse con una sociedad discriminatoria hacia la mujer. Y convenimos en que no es el caso de la cubana, donde existen amplias posibilidades y espacios para hombres y mujeres, juntos, y donde se promueve, por encima de la igualdad a ultranza, la participación equitativa en la vida.
Tampoco podemos negar que, en ocasiones, las generalizaciones pueden hacer invisibles a las mujeres.Sin que constituya un secreto sotto voce, la mayoría ha asimilado la crianza y formación de los hijos como un asunto de las progenitoras. De hecho, las consideraciones laborales ante caso de enfermedades de los vástagos las recibe la mamá, casi nunca el papá. Visto como una conquista social en Cuba, el hecho de que a los padres se les autorice el cuidado de los hijos en los hospitales constituye un paso adelante en la construcción de una cultura de encuentro y no de separación de papeles.
La certeza de que el lenguaje, en el tema de marras, no es una cuestión meramente lingüística, sino también social, se refleja de manera similar en el hecho de la incorporación paulatina de vocablos para clasificar a una mujer en funciones tradicionalmente desarrolladas por hombres: presidente y presidenta; dirigentes y dirigentas o profesor titular y profesora titular. Es decir, primero ocurre en la sociedad y luego lo aplicamos al habla, sin temores.