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jueves, 20 de julio de 2017

lunes, 7 de marzo de 2016

Áreas privilegiadas en nuestra geografía

Periodistas de Las Tunas visitaron ayer el área protegida La Isleta-Bahía de Nuevas Grandes a propósito de la Jornada por el Día de la Prensa, en uno de tradicionales recorridos denominados Nos movemos por la Paz. Aquí fotos del diseñador del Periódico 26, JPG durante la expedición, traslado en tractor, luego en bote, llegada a la casa de Guardabosques...
Más de 300 áreas protegidas que cubren aproximadamente el 22 por ciento del territorio nacional, constituyen hoy día segmentos declarados jurídicamente de relevancia ecológica, social, histórico- cultural para la nación e, incluso en algunos casos, para el mundo.
De ellas se destacan 80 zonas de significación y más de 200 reconocidas en todo el país, cuya protección y manejo contribuyen a la conservación y rehabilitación de la naturaleza.
En Las Tunas se ejecutan planes de acción para el manejo sostenible de sus dos principales Áreas Protegidas, La Isleta- Bahía de Nuevas Grandes, en costa norte en la zona de Manatí, y el Monte Cabaniguán, al sur, en Jobabo. Además, se trabaja en la propuesta de otra en el polo turístico de Covarrubias por los valores naturales existentes allí.

Tan solo en La Isleta-Bahía de Nuevas Grandes se hallan especies endémicas locales, como el Romerillo de Costa; ácanas de tallas poco comunes; abundantes palmas copernicias y ébanos carboneros de gran relevancia. También trasciende por la presencia de manatíes, cocodrilos acutus – el mayor reservorio del Caribe se ubica en el Monte Cabaniguán-, flamenco rosado, tocororo y otros animales en peligro de extinción como el carpintero jabao.



martes, 26 de enero de 2016

Turismo con naturalidad

La contaminación ambiental, el ruido y la vida agitada de las ciudades obliga a que cada vez más humanos se acerquen a la naturaleza, en busca del añorado descanso y de aire puro, en lo que se ha dado en llamar Turismo de Naturaleza.
En Las Tunas existen áreas y senderos registrados para promover el ecoturismo. Pero más recientemente esta modalidad se combina con la de turismo rural o agroturismo que conduce a los vacacionistas por áreas campestres y les permite entrar en contacto con la vida cotidiana del campesino, sus costumbres y tradiciones.
El alto potencial de recursos naturales y las atracciones novedosas dan un toque de autenticidad al entorno natural del territorio, donde en cualquier paraje puede desarrollarse la observación de avifauna, el senderismo y, en otros, el turismo de aventura.
Estas particularidades han abierto oportunidades para diversificar el mercado y, además de consolidar a Canadá como principal país emisor, se han unido Francia, Gran Bretaña, Alemania y Estados Unidos.
La diversidad de paisajes vírgenes existentes en Cuba constituye hoy un atractivo para los casi tres millones de vacacionistas foráneos que nos visitan cada año. El Valle de Viñales, en Pinar del Río, declarado por la UNESCO Paisaje Cultural; la Reserva de la Biosfera de la Ciénaga de Zapata, en Matanzas, sobresalen entre las ofertas para los turistas, aunque no son las únicas.
Sin embargo, esta manera de hacer la estancia en Cuba requiere, como otras, la capacitación del personal en contacto con los visitantes foráneos. Para que de esa manera se pueda sugerir espacios para la relajación, la contemplación. Pues, la escasa cultura ambiental puede menguar la orientación de lo que pudiera ser una atracción turística. O, quizás debamos aprender más cada uno de los habitantes de este archipiélago acerca de sus valores naturales que, unidos a la seguridad ciudadana y la idiosincrasia local, constituyen nuestros tesoros intangibles.

lunes, 26 de octubre de 2015

Mejores espacios, mejor hábitat

A Las Tunas le ha nacido un nuevo espacio para la recreación y para el acondicionamiento de sus áreas. El Parque Temático forma parte de las acciones que se ejecutan en la provincia para el mejoramiento de los asentamientos humanos, y elevar la calidad de vida de los habitantes.  



Fotos de Rey López

jueves, 2 de julio de 2015

Verano con salud también para la piel

Las personas a mi alrededor parecen haber adquirido conciencia de los daños que ocasiona el sol sobre nuestra piel. Al menos eso he notado. Ya no solo por una cuestión estética –válida también, obviamente-, sino como precauciones para la salud. Y es que en Las Tunas la mayoría de la gente camina o anda en bicicletas por la calle con ropas de mangas largas.
Por aquí es casi una tendencia de la moda, no importa si verano o invierno, los tuneros y, especialmente las tuneras, llevan sudaderas, enguatadas, camisas..., cualquier tipo de prenda que resguarde los brazos. Guantes, gorras y sombreros han venido igualmente a acompañar a las sombrillas en las variopintas maneras de cubrirnos.
El asunto ahora está en informarnos sobre el tipo de tejido y los colores que favorezcan la transpiración mientras nos protegemos. Porque vestir de negro a las 2:00 pm en julio, me sugiere un efecto contrario al que se pretende.


Mucho hemos aprendido ya de esa capa que la naturaleza situó entre nosotros y el sol, con el fin de que sus rayos nos llegaran únicamente de modo provechoso. Esa delgada película se localiza entre 15 y 50 kilómetros sobre nuestras cabezas. Al estar compuesta por ozono y actuar como un potente filtro, impide el paso de los rayos ultravioletas en la versión dañina hacia los seres humanos. Desde hace algunos años, ese escudo de gas se ha ido agotando en determinadas zonas de la atmósfera terrestre.
A este hecho destructivo se le dio en llamar "agujero en la capa de ozono", con el cual la función de filtro ve reducida sus posibilidades y las amenazas del Astro crecen. Los científicos aseguran que esta es la causa del aumento de enfermedades entre los humanos al quedar más expuestos que antes a los rayos ultravioletas.
Entre los trastornos potenciales de sufrir por las personas se encuentran el cáncer de piel, la supresión del sistema inmunológico y ciertas afecciones de la vista. Las estadísticas, no obstante, hacen notar un despunte en la actualidad de estos padecimientos vinculados con la exposición a los rayos solares. Los niños constituyen el mayor grupo de riesgo. Las quemaduras por insolación durante la infancia favorecen la aparición de algún tipo de cáncer durante la vida, aseguran los especialistas.
Este hecho deja abierta la posibilidad de prevenir algunos de estos males, con una población más instruida al respecto y adoptar medidas oportunas, por ejemplo, en los viajes a la playa o en la vida cotidiana en las calles.
El bronceado que buscan algunos encima de una tumbona en las costas cubanas al parecer ha quedado reservado solo para turistas. Los nacidos aquí se empeñan en que cada vez quede menos piel al descubierto durante el día.

jueves, 4 de junio de 2015

Asuntos cotidianos del medio ambiente

Las personas obvian que la mayor parte de los fenómenos naturales y su agravamiento constituyen consecuencias de conductas humanas. Si hace un tiempo las sequías severas se registraban en Cuba cada cinco años, y ahora cada dos y más intensas, se debe en gran medida a la deforestación, a la explotación irracional del suelo y a la emisión de gases agresivos a la atmósfera, según refieren los especialistas.
 Y ello no sucede únicamente en África. En la Mayor de Las Antillas las estadísticas reportan más del 70 por ciento de las tierras en la clasificación de poco o muy poco productivas. Esta verdad concreta guarda un vínculo estrecho con la tala de los bosques, la deficiente utilización de tecnologías y cultivos a los suelos y la quema de amplias áreas de sembrados. El rendimiento de la tierra está indisolublemente ligado a la seguridad alimentaria del pueblo y a las migraciones internas de un país.
En cambio, las responsabilidades se asocian al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) y no con los campesinos vinculados directamente con la tierra, decisiones incorrectas de directivos, desconocimiento y experiencias negativas aplicadas durante mucho tiempo. 
 Tampoco se debe perder de vista que en etapas recientes más de dos millones de toneladas de tierra han ido a parar a las aguas internacionales, con la consiguiente afectación a esos ecosistemas y a los hábitats de los animales de la zona. Justamente, las costas se hallan en la mira de los ambientalistas en la actualidad. En la provincia de Las Tunas –con el más bajo nivel de precipitaciones del país- existen diversos proyectos para elevar la reforestación, en particular de los manglares y para el adecuado manejo de los ecosistemas costeros.

El CITMA ha llamado la atención en reiteradas oportunidades sobre la extracción de arena de las playas. Lejos de lo que pudiera pensarse las legislaciones para frenar tal indolencia no es reciente. En 1932 se emitió un reglamento al respecto que luego se refrendó en 1951. Ya hemos apreciado la manera en que el mar “reclama lo suyo” o se empeña tierra adentro en temporada ciclónica.
Cada vez se aplican las normas jurídicas con más rigor en lo referente al medio ambiente, la planificación física y se incrementa la educación de las personas y las comunidades. Nunca será suficiente cuanto en lo individual puedan aportar las personas al no lavar los automóviles en los ríos, ni parquearlas sobre las dunas de las playas; tanto como no arrojar desperdicios fuera de los lugares limitados para ese fin… y tantas conductas cotidianas que ayudarían a que todos vivamos en un ambiente saludable.

miércoles, 1 de junio de 2011

Comunicación y medio ambiente

Lograr la protección y uso racional de los recursos naturales otorga una significativa responsabilidad a cuanto hacen los medios de comunicación en función de la educación ambiental. Y, más que esto, la promoción de hábitos de consumo sustentable en franco enfrentamiento con la publicidad consumista y la falta de información sobre el tema.
Justamente, el término de consumo sustentable ha irrumpido en la prensa y en las investigaciones de los especialistas, para buscar un cambio en modos de actuar cotidianamente que agreden al entorno o provocan una sobre explotación de los recursos agotables.
Desde velar con celo el tiempo de duración de una ducha, no echar a la basura las lámparas fluorescentes inservibles, hasta cuánto desperdicio generamos, ya sea en el hogar o cuando en un establecimiento además de una lata de refresco o cerveza utilizamos un vaso plástico que se convertirá directamente en desecho.
El alto nivel de instrucción de los cubanos facilita la elevación de esa cultura ambiental, con ayuda de los medios de prensa. Máxime porque la producción de bienes y servicios no está regida por la obtención a ultranza de ganancias, como en los países industrializados, sino la implicación social y la protección del medio.
De lo que se trata, en esencia, es de satisfacer las necesidades actuales sin socavar las capacidades del medio ambiente de las generaciones presentes y futuras.
Para los expertos, los consumidores deben saber qué hay detrás de un producto, y, por ejemplo, nutrirse de la información ofrecida en las etiquetas más allá del tiempo de caducidad o los beneficios anunciados; también se requiere interesarse por la afectación que causan los productores en el lugar de fabricación o si la materia prima es totalmente lícita.
Aun cuando en Cuba han desaparecido de la venta de souvenir las artesanías confeccionadas a partir del carey o los corales, se puede educar más en mantener la limpieza de las playas como una acción directa sobre el medio; adoptar un comportamiento responsable para evitar los incendios forestales; pero así mismo no convertirnos en clientes cómplices de la tala indiscriminada de árboles y del robo de arena en las playas.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Cosas del clima

Los temas relacionados con el tan nombrado Cambio Climático a veces pasan por dos posturas opuestas entre la gente común: o lo asociamos con cualquier asunto de nuestro entorno o lo dejamos tan fuera de nuestras vidas que no nos sentimos involucrados. Y, aunque el reclamo mundial se dirige a que los países ricos y mayores contaminantes reduzcan la emisión a la atmósfera de gases de efecto invernadero, desde nuestra vida cotidiana podemos proteger más al planeta y Salvar el clima, como reza el imperativo de hoy día.
Tengo el convencimiento de que la preocupación por los asuntos de corte ambientalista nos convierte en personas más solidarias y menos egoístas. Si comprendemos que nuestra conducta en el presente puede comprometer el futuro, iríamos más allá de dejarles un bien material a nuestros hijos para intentar legarles un entorno saludable.
En Las Tunas, a unos 700 km al este de La Habana, la sequía sigue siendo el evento natural más dañino y silencioso. La pérdida de cosechas agrícolas tiene una incidencia directa en la alimentación de cada uno de nosotros y obvia decir la relevancia del agua para las actividades de la vida. Muchos campesinos, sobre todo de la zona norte tunera, aprenden a convivir con sus efectos al sembrar especies resistentes a tales efectos, estar al tanto de las precipitaciones y no aplicar sustancias agresivas al suelo.
La escasez de precipitaciones constituye motivo de desvelo para muchos, entendidos o no. Y la realidad nos impone el desafío de conservar los recursos naturales que tenemos. Esta temática, entre otras muchas relacionadas con la probabilidad de que aumente la temperatura media en la Tierra, es la razón de que Salvar el clima se convierta en el imperativo que convoca por estos días en el balneario mexicano de Cancún a políticos, activistas, organizaciones ecologistas… en la Cumbre de Cambio Climático.
Las predicciones de sequías y huracanes más intensos, la incidencia de la superficie boscosa en reducir el dióxido de carbono, la reducción de las reservas hídricas, constituyen motivos suficientes para sentirnos parte desde una conciencia ciudadana.

lunes, 17 de agosto de 2009

¿Benditas bolsas plásticas?

El humor popular asegura que en Cuba el bolso es el mejor amigo del hombre… y de la mujer. En los carros, en las bicicletas, hasta en el bolsillo, la gente suele disponer de uno de ellos para trasladar a casa cuanto pueda garantizar cada día. Todo ello nos lo ha facilitado la irrupción, desde hace más de una década, de las jabitas de nylon de las shopping, que en esta parte del país permanecen bautizadas como “cubalses”, por el nombre de una de las primeras cadenas de tiendas que las introdujo en nuestra cotidianidad.
El uso de estos accesorios, más allá de envase para las compras en divisa, garantiza guardar alimentos, transportar víveres, llevar los zapatos a arreglar, impedir que se mojen los libros, botar la basura… El hecho de que en buen estado sean prácticamente impermeables, impenetrables, im… un montón de cosas más, las hace casi omnipresentes y permiten mantenerlas a buen recaudo cual tesoro hogareño. Por cierto, deben estar lejos de los niños porque como advierten algunas no son juguetes y pueden provocar asfixia.
Que muchas veces se desaparezcan de las tiendas, aunque entre los revendedores del mercado o de la calle no escasean, constituye ya un viejo dilema. Huelga decir lo pesado de adquirir numerosos productos y no tener en qué llevarlos; o que algunas y algunos dependientes respondan en ocasiones malhumorados cuando se les exige, a sabiendas de que deben empacar nuestras compras.
El problema es el empleo de las jabas plásticas una vez que salen de las tiendas. En particular, en esta época del año de tanta afluencia a las playas “adornan” el paisaje en la arena, e incluso dentro del agua.
Los ambientalistas de todo el mundo advierten sobre el peligro de estos bolsitos cuando quedan a la voluntad del viento. Más allá del efecto estético negativo, el hecho de que demoren alrededor de 500 años en degradarse constituye una de las señales para que los “verdes” exijan su desaparición inmediata. También, porque pueden obstruir los sistemas de desagües y ocasionar inundaciones en las ciudades. Dentro del mar se señalan las “inofensivas” jabas como origen del paro respiratorio de peces y la muerte en masa de corales. A tal punto ha crecido la alarma que en países como el Reino Unido se buscan alternativas para desmotivar a la gente a adquirirlas. Pero, también se investiga para fabricar bolsos de otros materiales menos duraderos. Claro, cada una de las partes intenta que las soluciones no afecten a los consumidores y que no carguen los productos en las manos.

martes, 9 de junio de 2009

Rayos, la furia del cielo


Los partes meteorológicos, en particular en período lluvioso, suelen ser reiterativos en cuanto a la posibilidad de ocurrencia de tormentas eléctricas. Y, con ellas, aparecen los rayos. Desde la antigüedad estos fenómenos han provocado temor entre los humanos. En algunas civilizaciones eran considerados como la furia de los dioses y así “tomaban represalias” con los mortales.

Hoy, en día, este espectáculo natural sobrecogedor inspira no pocas teorías entre los científicos quienes intentan echar luz sobre sus causas, beneficios y perjuicios, mitos y realidades.

Entre las personas comunes hay quienes aseguran que los rayos tienen más ventajas que desventajas para el ambiente; otros, que afectan más al sexo masculino que al femenino y no faltan, que garantizan a las fulguraciones total inocuidad de noche, mientras resultan implacables por el día...


Existen ideas erróneas sobre los rayos. La primera dice que no alcanzan dos veces un mismo lugar. Pruebas fotográficas muestran que un rascacielos u otra estructura elevada puede ser golpeada muchas veces durante una sola tormenta. En lel municipio de Puerto Padre, un hombre ha sido víctima tres veces de estos eventos naturales.

La segunda es que el lugar más seguro durante una tormenta de rayos está bajo un árbol alto. Los árboles, debido a su altura, son propensos a ser alcanzados por las fulguraciones. Lo más seguro para una persona que está fuera de su casa es permanecer en el interior de un coche con estructura metálica o acostarse en el suelo de un lugar descampado.

El tercer concepto erróneo es que los rayos están siempre asociados con truenos. Los observadores que escuchen los truenos para contar los rayos pueden perderse hasta un 40% de estos últimos.

Lejos de lo que pudiera pensarse ante el pánico que ofrecen ciclones y tornados, las muertes ocasionadas por la ocurrencia de rayos son las principales de las causadas por sucesos naturales. Según investigaciones, los hombres de entre 16 y 45 años de edad que laboran en faenas agropecuarias, constituyen el grupo más propenso para convertirse en víctimas de las descargas eléctricas. En el período – de 1987 a 1999- se contabilizaron 58 habitantes de Las Tunas fallecidos por la razón de referencias, cantidad similar a la que ocurre en el país cada año. Por esa razón, los investigadores conceden mayor relevancia a este fenómeno.

Los lugares aislados y al aire libre se pintan solos para ser alcanzados por fulguraciones. Algunas fuentes señalan un lado positivo a los rayos: el desprendimiento de nitrógeno liberado por la atmósfera en ese momento y transportado por las gotas de lluvia sirve como nutriente del suelo. Incluso otros van más allá, al insinuar la incidencia de esos fenómenos en el origen de la vida en la Tierra. Para nosotros significan un espectáculo hermoso que no debemos detenernos a admirar.

jueves, 4 de junio de 2009

Más protección al medio ambiente


Desde mediados del siglo pasado cuando se logró mover conciencias en torno a los peligros que acechan la vida en la Tierra, el tema del medio ambiente se ha vuelto recurrente. Así se dirigieron las miradas investigativas hacia ese punto común para seis mil millones de personas, se convocaron cumbres, simposios, congresos, convenciones; aparecieron organizaciones no gubernamentales, entre un número elevado de acciones a escala mundial. Por supuesto, hubiera sido preferible no llegar a este punto.
Sin embargo, en el ámbito del ciudadano común todavía resulta este un asunto en el que a veces el bosque no deja ver los árboles. Y, se suele imaginar que las soluciones competen únicamente a las grandes transnacionales, a los países ricos o a las Naciones Unidas. La razón está dada en que de ese modo se consideran problemas medioambientales solo la emisión de dióxido de carbono hacia la atmósfera, la lluvia ácida o el hueco en la Capa de Ozono. Y más reciente: el cambio climático.
Elevar la cultura ambiental cobra cada vez más relevancia para que cualquier persona desde su casa, su centro laboral o su vida cotidiana identifique los daños al medio y contribuya a disminuirlos en determinados casos, eliminarlos o, por lo menos, impedir que se agraven.Ahora, que diariamente se nos demuestra que los recursos naturales se agotan, la gente torna la mirada con más indulgencia hacia su alrededor natural. Tampoco ocurre de la forma en que requiere la situación. Es vital el cuidado por parte de todos y el esfuerzo por compensar de alguna manera el daño causado por nuestra especie a otras. Y garantizarnos un entorno de vida saludable y sostenible.

miércoles, 27 de mayo de 2009

Había una vez un pez...

El “pez león” o Pterois volitans ha ganado notoriedad en la población cubana casi de un día para otro. Poco a poco se cuentan anécdotas, avistamientos de su presencia, opiniones certeras o fabuladas… Los comentarios corren como pólvora de un lado al otro del Archipiélago, sobre todo porque se acercan los meses de mayor afluencia de personas a las playas.
Los especialistas de las dependencias del Ministerio de Ciencias, Tecnologías y Medio Ambiente, han puesto a disposición de los medios de prensa un documento emitido por el Acuario Nacional, con valoraciones e información a partir de estudios no concluido sobre el animal.
Este es un animal vistoso, de colores muy llamativos con rayas verticales, dotado de esta manera por la naturaleza para “enviar” el mensaje de que es peligroso y no se le debe tocar, aseguran los investigadores.
Está formado por aletas en forma de abanico y cuando se entra en contacto con él, descarga su veneno destinado a defenderse. Pero no ataca primero, a diferencia de los depredadores.
¿Por qué es ahora que se oye hablar de él con mayor intensidad? A partir de la activa temporada ciclónica pasada se diseminó la especie por el Caribe, existente antes en acuarios en el estado norteamericano de la Florida y originario de los océanos Pacífico e Índico. Estos peces se alimentan en horario nocturno y habitan principalmente en las piedras del fondo marino, en los arrecifes, aunque no se excluye su presencia en las playas.
Al entrar en contacto con su veneno puede causar calambres, cefaleas, dolores, inflamaciones, confusión, y hasta convulsiones o efectos más graves en personas cardíacas o alérgicas. En estos momentos, se realiza un seguimiento de esta especie en nuestro litoral. Y, si se tienen en cuenta todos estos elementos, podemos bañarnos en la playa sin ninguna dificultad. Es importante saber que esta especie existe en nuestras costas, principalmente en sus refugios, pero no de forma abundante. Y su presencia no debe generar pánico, garantizan las autoridades.
El resultado de las investigaciones del Acuario Nacional de Cuba, institución que encabeza los estudios aquí sobre el Pterois volitans o también llamado comúnmente “pez pavo real” o “pez dragón”, asegura que la especie es de alto valor ornamental en ese tipo de centros recreativos. Los tonos de la coloración del animal varían según el hábitat. Son casi inactivos durante el día y su dieta fundamental son peces pequeños, aunque no descartan los crustáceos y moluscos.
El veneno del “pez león” se encuentra en glándulas en la base de las largas espinas de sus aletas y sus agresiones en humanos son por lo general en la mano, de ahí se deduce el riesgo por intentar tocarlo.
Y, se sugiere, que al entrar en contacto con esta sustancia tóxica, se debe sumergir la herida en agua caliente –unos 40 grados- y acudir con rapidez al médico. El monitoreo de la especie busca determinar además las zonas de avistamiento de la especie, sus hábitos de reproducción, estacionalidad, densidad y número aproximado de individuos, sus depredadores, capacidad de expandirse. Pero, con la cercanía del verano y la afluencia de bañistas a las playas lo más importante es conocer las características del citado pez y evitar su contacto.

sábado, 16 de mayo de 2009

Cuba bajo el mar

Cuando vi aquellos pies pataleando en una playa de Amity y cómo terminaron, hacía tiempo ya había notado que las profundidades marinas y los deportes acuáticos no iban a ser mi fuerte. Al terminar de ver la película Tiburón, la original que comienza con aquella escena, fue suficiente para tener claras esas ideas. Aunque pensándolo bien, en Cuba, con tanta gente viviendo a la orilla del mar, no somos fuertes en estas prácticas, ni en el voleibol de playa o la vela, ni nada de eso.
Más adelante o por esa misma fecha de la película, en la Vocacional de Holguín, me apunté en natación con la idea de aprender y lo único que conseguí fue hacer el papelazo dos veces por semana de fingir nadar fuera del agua y hasta con una tablita en las manos estiradas hacia adelante, porque las dos piscinas olímpicas de la escuela pasaban casi todo el curso escolar sin agua. Y yo, como todas en aquella área deportiva, rezaba porque no hubiera ningún grupo de muchachos por allí que nos viera "nadando". En una de esas piscinas, en algún momento de la Secundaria aprendí a nadar sola -en realidad tenía la teoría-.
El respeto por las profundidades marinas no me impide apreciar estas bellezas, pero solo estoy dispuesta a conocerlas así, gracias al lente, en este caso de Chris Smolewski, amigo polaco residente en Canadá y, como ya conté antes cuando escribí sobre Covarrubias, junto a su esposa Magdalena, quien lo espera en la orilla mientras él bucea, es visitante repitente de los corales al norte de Las Tunas.
Apostemos porque el cambio climático, la pesca indiscriminada y otros fenómenos que afectan estas especies en el mundo, no nos conduzcan a guardar estas imágenes como museables.


domingo, 22 de marzo de 2009

La tierra de la tuna


La provincia cubana de Las Tunas tomó prestado su nombre de una planta homónima. Las referencias a la opuntia dillenii -su denominación botánica- desde los orígenes de esta comarca, hacen pensar que las de su especie siempre han crecido orondas por acá. Por eso, los entendidos recuerdan a menudo las características secas de estas tierras, incluso cuando apenas despuntaban como sitio de prósperas haciendas ganaderas.
Por aquella época, de voz en voz los rudos hombres de campo aseguraban haber comprado el mejor ganado “en la tierra de la tuna”, para ubicar las propiedades de Don Jesús Gamboa. Así se dice quedó bautizada la actual provincia. También de antaño llega la costumbre de colocar algunas de esas ramas espinosas en lugares visibles para alejar del hogar a “los malos ojos”. Historia y leyendas aparte, este ejemplar xerofítico de zona semiárida, constituye un símbolo de las adaptaciones de la vegetación para enfrentar el rigor de la naturaleza.
Los especialistas aseguran que la cubierta forestal del territorio se halla replegada hacia las costas, lo cual impide una influencia marcada en el clima. Además de seco, coincide en que este es uno de los territorios más deforestados del país. Al hombre le corresponde sembrar árboles y manejar el agua de manera integral. A veces la gente se concentra en el beneficio o perjuicio del recurso en su actividad económica particular y olvida las restantes.
Para Raúl Verdecia, director del Jardín Botánico y constante estudioso de estos temas, aquí tenemos muestras evidentes de la aridez propia de la zona. “Todas las plantas endémicas de la provincia son de lugares semiáridos, afirma. En Puerto Padre se localiza un centro de endemismo del género de la Acacia, abundante además en México, Australia y África. Y compartimos otras con el semidesierto al sur de Guantánamo. Cuando la sequía alcanza su clímax por acá, las afectaciones en la vegetación repercuten en la fauna. Unas especies se adaptan, pero otras no.”
Aunque Las Tunas cargará con los efectos de dos huracanes en la última temporada ciclónica, este sigue siendo un territorio afectado, sobre todo, por la sequía. Los investigadores aseguran que el período entre una y otra será cada vez más corto y su intensidad mayor. La planta de la tuna se mantiene en nuestro paisaje como un testigo para recordarnos este hecho desde el propio inicio.

domingo, 8 de febrero de 2009

Ríos en las ciudades

Existen ríos que enaltecen numerosas ciudades del mundo. París, Londres y nuestra Habana se cuentan en el grupo. Los límites de América Latina lo definen dos cursos de agua dulce. Desde los inicios de la humanidad, las personas se han agrupado a la orilla de los lagos, lagunas, ríos y costas. La certeza de que el agua es indispensable para la vida obliga a buscar la cercanía de ese recurso
Los ancestros de los habitantes de Las Tunas también escogieron una masa de agua próxima para levantar sus propiedades. El río Hormiguero, conocido hoy en día como Hórmigo, aplacó la sed de los primeros habitantes de esta comarca. Además, prestó su nombre para no pocos símbolos de Las Tunas, como el de un emblemático periódico y la primera imprenta local. Por su corriente navegaron las esperanzas y apremios de la vida de entonces.
El Cucalambé, importante poeta bucólico del siglo XIX, se inspiró para uno de sus libros en los rumores de esta corriente fluvial. En el poema “La ribereña del Hórmigo” refiere: “Y sonríen las riberas/ que el Hórmigo fertiliza.” A nuestro bardo se le atribuye el cambio de nombre en aras de la poesía, al quedar rebautizado de Hormiguero en Hórmigo, como se le conoce hoy día..
Cuando en octubre de 1868 Carlos Manuel de Céspedes, Padre de la Patria, sorprendió a los españoles con su llamado redentor, el río Hórmigo se convirtió en testigo del primer campamento mambí en tierras tuneras. Desde sus orillas partieron los independentistas el 13 de octubre para tomar la ciudad. Y sobre uno de los nueve puentes del río se cobró la primera baja española en esta jurisdicción
Algunas de las leyendas y mitos que enriquecen la identidad de los tuneros guardan una relación estrecha con sus ríos. Los Güijes del Hormiguero y El fantasma del Ahogapollos ensalzaron muchas noches y conversaciones de los primeros habitantes de estas tierras. En sus proximidades abundaba la vegetación y los árboles maderables y frutales.
Para los expertos, las corrientes de agua pueden ser perennes, intermitentes, caudalosas, angostas, potables... Y su importancia no se encuentra en el volumen del cauce, sino en la significación para las personas que las rodean. Los habitantes de esta provincia conceden una particular importancia simbólica y paisajística a sus cursos de agua dulce.
En la actualidad, los ríos reciben la atención de los investigadores en el ámbito mundial. Las tres cuartas partes del planeta Tierra están compuestas por agua. Pero solo una ínfima cantidad está apta para el consumo humano. Por esa razón, los investigadores insisten en la necesidad de preservar los recursos existentes.
Según la Enciclopedia Encarta, “la mayoría de los ríos de las naciones industrializadas están contaminados en mayor o menor grado. La sociedad del mañana no solo debe hacer frente al desafío de reducir los aportes actuales de contaminantes, sino que también tendrá que reconstruir la ecología natural de estos ríos. Tendrá que limpiar los suelos y sedimentos de las sustancias químicas que los contaminan para hacer seguro el consumo de agua. En los países en desarrollo, el desafío está en no repetir los errores cometidos por las naciones industrializadas y en prevenir la contaminación de sus ríos y ecosistemas vírgenes.”
Durante mucho tiempo los expertos presagiaron que la tenencia de agua potable sería motivo de guerras, como también lo ha sido el petróleo. Hoy tal profecía se erige en una realidad. El Medio Oriente y los países en desarrollo son el escenario donde el agua deja de ser “preciado líquido”, para adoptar el término de “recurso inaccesible para los pobres".
La educación ambiental se ha erigido en la solución para prevenir el deterioro del medio como una cuestión de interés mundial. Al final, los problemas ambientales no tienen fronteras.