jueves, 22 de abril de 2010

Lugares comunes

En las escuelas de Periodismo no enseñan los vicios de la profesión ni del lenguaje. Generalmente, los docentes estimulan la creatividad, la amenidad, hacer textos que informen y entretengan -quizás también viceversa-. Las viejas exigencias de claridad, concisión, precisión de las primeras lecciones aprendidas, se adoptan al llegar a la redacción con los modos de hacer de quienes llevan varios años en el sector. Pero, hasta donde sé, nadie le plantea al recién graduado la adopción de los lugares comunes y los excesos de adjetivos.
Es la falta de imaginación, injustificada por la rapidez y la rutina, lo que convierte algunos párrafos en verdaderas mieles a juzgar por los numerosos adjetivos, que ya de por sí nos impone una manera de apreciar un hecho.
Algunos lugares comunes imagino hayan sido verdaderas novedades cuando se le ocurrieron al primero, y luego se mutaron en palabras gastadas por el uso excesivo, vacías y carentes de originalidad. De esa forma, en las redacciones de los medios cubanos se llega a limitar la utilización de expresiones como "trabajadores de los cascos blancos" o "ejército de batas blancas" cuando se necesitan sinónimos de constructores y médicos.
Casi siempre en las notas informativas para decir las causas de la muerte de alguien reconocido se utilizan construcciones gramaticales como: "penosa" o "repentina" enfermedad. El ciudadano común ha aprendido a decodificar en "cáncer" e "infarto".
Las frases "lamentable accidente" (como si todos no lo fueran), "merecidas vacaciones" (¿quién no las ha ganado?), "aguerrido colectivo" (satirizado en un programa televisivo), todavía son recurrentes en la radio, la tv y la prensa escrita.
El escritor cubano Reynaldo González, Premio Nacional de Literatura, compartió algunos criterios similares con un grupo de periodistas tuneros, durante su visita a propósito de la Feria del Libro. La palabra héroe se usa en exceso, sobre todo cuando se destaca a alguien que sencillamente está cumpliendo con su trabajo, decía. Y decir las cosas con realismo, no significa abandonar la estética en la redacción, todo lo contrario, mientras mejor se escriba más posibilidad hay para la persuasión.
Otro asunto de similar corte aparece en la agenda de los grandes medios y con el cual se logra estigmatizar culturas, etnias, sistemas políticos. Y, en muchas oportunidades, las coletillas aparecen como ponzoña. O, van más allá que un sustantivo y un adjetivo siempre juntos como Cuba, "la isla comunista".

5 comentarios:

Lola dijo...

Yo diría más bien Cuba, "la bella". Es muy bonito lo que has escrito Iris y te doy la razón. Esas palabras, esas frases tan manidas, ya carecen de sentido. Habría que cambiar los usos tantas veces repetidos y los periodistas de todo el mundo deberían renovarse en su vocabulario. Se puede escribir precioso, con estética, con veracidad, usando frases mas realistas, mas imaginativas. Un beso Lola

Anónimo dijo...

Yo creo que lo mejor seria decir la verdad y no esconder lo que creamos o mas arriban crean incomodo.

Como por ejemplo las mentiras del noticiero, siempre se habla de sobreproduccion y uno va a los mercados y no consigue nada.

Luis

Anónimo dijo...

O es solo una campana mediatica?

Paco

Anónimo dijo...

Iris aclarame algo, es sierto que a los que participamos en los mitines de repudio, habra una orden ade captura si sale nuestra foto, por el Interpol?
Estoy preocupado, voy a Santo Domingo, Republica Dominicana, dentro de un mes, un amigo en el extranjero me envio ese correo, por favor aclaramelo.

Paco

El sitio de Iris dijo...

Lola, amiga, gracias por lo que comentas. Cuando una tiene que escribir a menudo, es difícil evadir las palabras gastadas, pero hay que hacerlo porque carecen de significado. Besitos.
Luis, es cierto que lo importante es tener algo que decir y alejarnos del triunfalismo.
Paco, no tengo respuesta para lo que preguntas.
Gracias a tod@s.