Periodistas al pie de las comunidades

“El quehacer comunitario al que aspiramos no es más que una suma de voluntades que no están centralizadas en una sola persona. Constituye el resultado de ese grupo humano que defiende sus tradiciones, sus motivaciones, que trabaja en función de aspiraciones y necesidades.” Así lo expresó Rafael Bernal, ministro de Cultura, durante el análisis de las comisiones parlamentarias previo a las sesiones de la Asamblea Nacional, mientras las valoraciones discurrían sobre cómo hacer más eficaz la cultura comunitaria y la participación social. El trabajo periodístico no puede –ni debe- desligarse de ese tú a tú que significa interactuar con tales alturas que por décadas se le ha llamado la base. Y ya muchos lo han expresado, que el país se decide en cada comunidad es una verdad sabida, de ahí que sea necesario concebir de un modo integral el quehacer de todos los que en ellas alientan. La inserción de nuestra labor en los actuales métodos y estilos de trabajo busca también dar rostro a los materiales que publicamos, explorar el factor humano de cada historia; a partir del ciudadano común, de la labor del delegado, de personajes y personalidades peculiares de los barrios, de los principales problemas objetivos que aquejan a los asentamientos… Una experiencia del Periódico 26 en ese sentido ha sido la de publicar reportajes que tuvieron como punto de partida recorridos por comunidades como las de Piedra Hueca, en Puerto Padre; San Rafael, en Manatí; La Portada del Moro, en Jobabo; y Las Arenas, en Majibacoa. De cada uno de ellos emergió la profesionalidad y la sagacidad de reporteros muy jóvenes que supieron buscar –y encontrar- el lado atractivo y de interés general de poblados alejados habitualmente de los titulares periodísticos y de las cámaras de televisión.