miércoles, 8 de octubre de 2008

La lección de Ike

Ike dejó de ser un nombre raro para los cubanos desde hace un mes. Antes de la madrugada del 8 de septiembre de 2008 ni siquiera resultaba común en los filmes o series anglófonas vistas por acá. Únicamente los seguidores de la Historia han recordado que así llamaban al presidente de Estados Unidos que promovió el bloqueo contra la Isla hace casi 50 años: Dwight “Ike” Einsenhower.
Después de 5 décadas, el bloqueo sigue ahí y ni siquiera la situación actual de Cuba, devastada por el paso sucesivo de dos ciclones tropicales, les hace, a promotores y seguidores de esa medida, recapitular en su eliminación definitiva. No somos los cubanos los soberbios.
De seguro, ese nombre, otrora raro y difícil de pronunciar, ya no se borrará de la memoria de la gente nacida en esta tierra. Aun cuando se ha recogido más de un millón de metros cúbicos de desechos sólidos y escombros de las construcciones caídas al paso del huracán; casi todos disfrutamos de los servicios de corriente eléctrica, agua y teléfono; ya nada será igual. Faltarán miles de árboles incorporados por décadas a nuestro andar cotidiano. La gente llevará en su alma un recuerdo eterno. Se seguirán los partes meteorológicos con más atención que antes. Y la mayoría de los afectados demorará en recuperar sus bienes materiales. La recuperación no ocurre tan rápido como todos quisiéramos.

En circunstancias normales un número significativo de personas hubiera estado ocupado, en la noche del día 7 y la madrugada del 8 de septiembre, en esperar el día de celebración de la Patrona de Cuba, la Virgen de la Caridad del Cobre. Sus fieles no la olvidaron, pero esta vez las plegarias llevaban el estigma de un huracán, que con categoría 3 de la escala Saffir- Simpson, azotaba sin perdón sobre Holguín, Las Tunas, Camagüey (las provincias menos afectadas por ciclones tropicales desde que se llevan estas estadísticas), más Pinar del Río y la Isla de la Juventud, las más visitadas por estos fenómenos.
"¿Castigo?", se puede preguntar alguien. Los tuneros insisten en que constituye una prueba de fe, una lección para que los cubanos emerjamos más laboriosos, más solidarios y más unidos que antes.

1 comentario:

Reinaldo Cedeño Pineda (EL POLEMISTA) dijo...

iris

Ciero muchos pensaron en esto y en la coincidencia de fechas de IKe y la hiesta de la ptrona de Cuba. Yo la pasé bajo el huracán con el cumpelaños de mi madre que se llama caridad y nació hace 75 años, un 8 de septiembre. El hurcán fue terrible, las huelals son largas. pero tambien motivó sacer lo mejor del ser humano.
un gran abarzo y adelante con tu blog
reinaldo