jueves, 5 de agosto de 2010

Cambian las redacciones periodísticas


El background de las redacciones periodísticas fue durante décadas el teclear constante de las máquinas de escribir. Hoy, ese sonido se ha hecho un poco más silencioso. Pero, las redacciones comenzaron a cambiar un poco antes.
La convulsa década de los noventa para el periodismo inició en Cuba con la imposición de crudas limitaciones económicas que se hicieron sentir en los medios de difusión masiva, sin distinciones. Para las publicaciones significó una sentida carencia de papel, reflejada en las reducciones de las salidas de diarios, a tres veces a la semana, después dos y, por último, a una, situación en la que se encuentran los periódicos provinciales.
Igualmente, el formato estándar de cuatro páginas se convirtió en tabloide también de cuatro. Luego el número de paginado creció a ocho. Con todas estas disminuciones no solo se contrajo la plantilla de reporteros, sino que varió el número de secciones fijas y el espacio dado a los materiales periodísticos.
En un contexto un poco más favorable llegaron las Nuevas tecnologías de la Información y las Comunicaciones. Al principio, la aguda crisis de la economía nacional ubicó al país en situación desventajosa para marchar a la par de las restantes naciones en la introducción de las tecnologías de punta. Fue así que a los profesionales del sector les sonaba lejana la posibilidad de disponer de ordenadores en las redacciones y, mucho más, la oportunidad de transitar por las autopistas de la información.
No obstante, y en consonancia con el ambiente favorecedor del Séptimo Congreso de la UPEC, la dirección del país decidió hacer considerables erogaciones para digitalizar las redacciones de los periódicos. Las primeras computadoras se destinaron al diseño de las páginas y paulatinamente al trabajo reporteril. Este hecho devino un notable ahorro de papel en una coyuntura todavía de limitaciones.
Queda claro que estos cambios son parte de una renovación irreversible y que estos medios son absolutamente imprescindibles al desarrollo de la humanidad. En la perspectiva particular de la prensa cubana los cambios son ostensibles. Desde una pequeña sala y unos pocos ordenadores se diseñan los periódicos, se editan materiales radiales y televisivos y se crean páginas web que viajan por el mundo con la verdad cubana como brújula.
Es de ahí que parte la idea de que las redacciones periodísticas ya no son ni serán las mismas, porque nosotros también hemos cambiado. Y, en oportunidades la redacción radica en los propios hogares. Los ires y venires de los viejos diarios en muchos casos han quedado reducidos a una vieja  y nostálgica imagen de lo que fue el Periodismo de décadas atrás.

3 comentarios:

Lola dijo...

Iris: me ha gustado mucho todo lo que has escrito, has sido capaz en un espacio muy pequeño de contarnos la historia del periodismo de Cuba.
Espero algún día leer tu periódico, me encantaría. Muchos besos y hasta siempre. Lola

Iris dijo...

Gracias, Lola. Eso es mucho halago. Por supuesto algún día leerás mi periódico. En cualquier momento te lo hago llegar. Muchos besos.

Carlos dijo...

Es cierto, todos hemos cambiado. Y como todos hemos cambiado -y estamos cambiando- las cosas, los coches, los relojes, y los PERIODICOS, van cambiando, trasformandose conviertiendose en otros algos. y sabes??? a mi me gusta pensar que en algo mejor.

un saludo visitarte es siempre enriquecedor.