sábado, 14 de abril de 2012

La guayabera, vestir de protocolo

Desde hace poco más de un año, se eligió a la guayabera como vestuario protocolar en Cuba. El recibimiento de delegaciones, los encuentros con personalidades de primer nivel procedentes de otros países, eventos internacionales… muestran a los principales funcionarios diplomáticos de la Mayor de Las Antillas luciendo este traje típico. Por estos días, cuando se celebra la Cumbre de las Américas, Fidel Castro bautizó ese cónclave como la Cumbre de las Guayaberas. De hecho, fue en 1994 en la ciudad de Cartagena, en Colombia, cuando se vio al líder histórico de la Revolución por primera vez sin su traje verde olivo, que usaba desde 1959, y con una de esas piezas blancas durante la IV Cumbre de Jefes de Estado de Iberoamérica. En Sancti Spiritus, al centro de Cuba, se inauguró una sala en el Museo Provincial que atesora ya aquella prenda exhibida por Fidel y las donadas por otras figuras reconocidas, como Raúl Castro, Hugo Chávez, Gabriel García Márquez y Miguel Ángel Asturias. Amén de influencias fundamentalmente europeas, en casi todas las épocas, nuestro clima tropical ha condicionado la manera de construir las viviendas, las costumbres, los comestibles. También, muchos diseños de vestuarios, la moda y hasta se crearon piezas de ropa que hoy nos distinguen en el mundo.
Si hacemos una retrospectiva podremos encontrar que en los siglos anteriores, generalmente, las ropas que lucía la aristocracia criolla resultaban copia fiel de la que se exhibía en Europa y, después, en estados Unidos. No importaba si las condiciones del clima eran distintas. No obstante, poco a poco se introducían colores y variaciones impuestos por el sofocante calor y otras condiciones locales. Sin embargo, una de esas prendas se ha extendido sobre todo por América Latina, mas no resulta desconocida en distintos lares del mundo, como elegante, cómoda y apropiada para las estaciones más calurosas: la guayabera. La mayor parte de las investigaciones apuntan a que el origen de esa indumentaria, descrita como una especie de chaquetilla, tuvo su origen entre el campesinado de la Mayor de las Antillas. Otros estudiosos del tema relacionan la génesis, sin más detalles, con Cuba, Santo Domingo y Yucatán. Casi siempre, en este Archipiélago se asocia la guayabera en los inicios a los llamados guajiros y luego pasó a usarse en las zonas urbanas, poco a poco escaló los planos de las piezas ideales para los paseos nocturnos. Aunque hoy no abunda en los roperos juveniles, sí constituye una tradición enraizada entre los cubanos y a la cual se le ha dedicado espacio en composiciones musicales y entre los símbolos de nuestra cultura. Los modistas del patio pretenden rescatar la pieza con elementos contemporáneos y ajustados a las edades, momentos del día y los dictados actuales de la moda. Pero, sin lugar a dudas, es este nuestro traje típico y no falta en fiestas, motivos u ocasiones auténticamente cubanas, ya sea con etiquetas en español o no; y confeccionadas en hilo o en seda.

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