martes, 21 de julio de 2015

"Mi bandera es aquella"

Un momento de especial emotividad durante el proceso de apertura de la embajada de Cuba en Washington DC llegó en voz de Eusebio Leal, al contar la historia de la bandera arriada en 1961 y que este histórico 20 de julio presidiría el trascendental momento. Muchos tuneros, muchos cubanos todos, compartieron aquellos detalles hasta entonces desconocidos.
La mañana del 3 de enero de 1961 el entonces joven Héctor García Soto debe haber sentido un frío que le calaba los huesos, pero aun así su sangre mambisa al ser bisnieto del Mayor General Vicente García y de Brígida Zaldívar, lo obligaba a apretar contra su pecho la tela que acababa de descolgar del asta de la embajada de la nación caribeña en Estados Unidos. El poderoso imperio rompía relaciones con el gobierno revolucionario de Cuba. Durante más de cinco décadas su familia guardó aquel símbolo.


La bandera pertenece al Museo provincial de Las Tunas. Es la misma bandera que aquel 3 de enero de 1961 se arrió de la misión de Cuba -esta quedó en manos extrañas, pero la bandera no.
La bandera quedó en manos de aquel que le tocó arriarla. Nada más y nada menos que un anciano que vive en La Florida, Héctor García Soto, bisnieto del Mayor General Vicente García y de Doña Brígida Zaldívar, su esposa.
Héctor García ha luchado durante muchos años por Cuba en la Alianza Martiana, de Max Lesnick y otros patriotas cubanos. El conservó la bandera.
Héctor fue a Cuba la penúltima vez, llevó la bandera y otros objetos históricos para darlos al Museo de Las Tunas. Él narró poéticamente, a mi modo, cómo él conservó esta bandera, y usó estas palabras, “sentimiento patriótico” y “sentido de nación”, que para él tuvo la bandera. Quizás por caminos extraviados en determinado momento y luego encontrando finalmente la estrella solitaria de Cuba, guardó la bandera y ella lo ha guiado hasta hoy.
Sé que va a ser una gran satisfacción para él, para su familia y para Las Tunas, que sea esa bandera la que mañana esté, si no en el asta, porque no me atrevería como hombre de Museos y de Patrimonio proponer que ondee y se deshaga la bandera en el aire, sino que va a estar en el salón principal de la planta superior de la hermosa sede de la Embajada de Cuba.

Según refiere Maribel Acosta Damas, decana de la Facultad de Comunicación, de la Universidad de La Habana, en un comentario en Cubadebate:
"La periodista cubana y profesora del Departamento de Periodismo de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, Norka Meisozo, tunera además, fue quien describió a Eusebio Leal esta increíble historia. Norka está haciendo su tesis de maestría acerca de un documental sobre la vida de Vicente García. En una entrevista con el historiador de La Habana, le contó el singular paradero de aquella bandera que fue a parar a Las Tunas a manos del historiador de esa ciudad Victor Marrero, proveniente del biznieto de Vicente García.
"Norka y un equipo de Cubavisión Internacional fueron hasta allá y filmaron el lugar donde amorosamente la guardaron estos años, entrevistaron a sus protagonistas de Las Tunas y y filmaron también todo el recorrido de la bandera hacia La Habana para que nuestra delegación la llevara de vuelta a la sede diplomática cubana en Estados Unidos. Estamos muy orgullosos de quienes la conservaron celosamente, de la periodista que en su amor infinito por su tierra rescató esa historia, de la sensibilidad de Eusebio Leal y la dirección de la Revolución Cubana por al hacerla formar parte del nuevo momento histórico y del pueblo que la ha merecido todos estos años".


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