jueves, 2 de julio de 2015

Verano con salud también para la piel

Las personas a mi alrededor parecen haber adquirido conciencia de los daños que ocasiona el sol sobre nuestra piel. Al menos eso he notado. Ya no solo por una cuestión estética –válida también, obviamente-, sino como precauciones para la salud. Y es que en Las Tunas la mayoría de la gente camina o anda en bicicletas por la calle con ropas de mangas largas.
Por aquí es casi una tendencia de la moda, no importa si verano o invierno, los tuneros y, especialmente las tuneras, llevan sudaderas, enguatadas, camisas..., cualquier tipo de prenda que resguarde los brazos. Guantes, gorras y sombreros han venido igualmente a acompañar a las sombrillas en las variopintas maneras de cubrirnos.
El asunto ahora está en informarnos sobre el tipo de tejido y los colores que favorezcan la transpiración mientras nos protegemos. Porque vestir de negro a las 2:00 pm en julio, me sugiere un efecto contrario al que se pretende.


Mucho hemos aprendido ya de esa capa que la naturaleza situó entre nosotros y el sol, con el fin de que sus rayos nos llegaran únicamente de modo provechoso. Esa delgada película se localiza entre 15 y 50 kilómetros sobre nuestras cabezas. Al estar compuesta por ozono y actuar como un potente filtro, impide el paso de los rayos ultravioletas en la versión dañina hacia los seres humanos. Desde hace algunos años, ese escudo de gas se ha ido agotando en determinadas zonas de la atmósfera terrestre.
A este hecho destructivo se le dio en llamar "agujero en la capa de ozono", con el cual la función de filtro ve reducida sus posibilidades y las amenazas del Astro crecen. Los científicos aseguran que esta es la causa del aumento de enfermedades entre los humanos al quedar más expuestos que antes a los rayos ultravioletas.
Entre los trastornos potenciales de sufrir por las personas se encuentran el cáncer de piel, la supresión del sistema inmunológico y ciertas afecciones de la vista. Las estadísticas, no obstante, hacen notar un despunte en la actualidad de estos padecimientos vinculados con la exposición a los rayos solares. Los niños constituyen el mayor grupo de riesgo. Las quemaduras por insolación durante la infancia favorecen la aparición de algún tipo de cáncer durante la vida, aseguran los especialistas.
Este hecho deja abierta la posibilidad de prevenir algunos de estos males, con una población más instruida al respecto y adoptar medidas oportunas, por ejemplo, en los viajes a la playa o en la vida cotidiana en las calles.
El bronceado que buscan algunos encima de una tumbona en las costas cubanas al parecer ha quedado reservado solo para turistas. Los nacidos aquí se empeñan en que cada vez quede menos piel al descubierto durante el día.

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