Cuidar el español

La idea de considerar el buen uso del idioma como un tema superficial, está más generalizada de lo imaginado. Los disparates que vemos y oímos diariamente lo atestiguan.
La mano blanda a veces encargada de exigir la correcta ortografía en las aulas, tiene una cuota de responsabilidad. Más de un profesor de ciencias “olvida” las tildes sobre el nombre de su asignatura. Algunos casos de mecánicos, médicos o costureras divorcian sus oficios o profesiones del empleo adecuado del español. Lo dejan para la gente dedicada a las letras, como si todos no participáramos del proceso de comunicación.
Mientras los criterios “revolucionadores” del español no se salgan con la suya, los hispanohablantes estamos en deber de usar correctamente la lengua. Resulta paradójico que nuestro idioma se ponga de moda –como es el caso de Estados Unidos- mientras muchos de nosotros prefiere hablar inglés o francés. Y no se trata de dominar varias lenguas.
Por otro lado, resulta ofensivo leer informes de entidades copados de erratas. Y no concibo a una secretaria idónea exenta de una correcta ortografía.
En el andar cotidiano se pueden apreciar gráficas no siempre sujetas a las reglas ortográficas o de concordancia. Quien vela por estas actividades económicas podría exigir también que cada anuncio o cartel sea acertadamente escrito. Además de afear el ornato y constituir una bofetada al pueblo instruido, los gazapos en vallas confunden y denotan incultura.
Navegar en internet requiere un acopio de paciencia y comprensión cuando se advierte, que los cibernautas prefieren los vocablos anglófonos y no se esfuerzan por buscarles su traducción o equivalentes en español.
Sería casi imposible legislar para que se domine el español. Esta es una responsabilidad sobre todo individual. Pero todos podemos cooperar en darle a esta necesidad la importancia que amerita. Las normas del idioma son leyes que deben cumplir quienes lo emplean. La cruzada por hacer al cubano un pueblo culto demanda primero demostrar que sabemos usar nuestra lengua.