sábado, 25 de octubre de 2008

Dime espejo mágico...

En los últimos tiempos la humanidad anda más ocupada que antes en fijarse en los espejos y las tallas de las ropas. Conseguir una figura cercana a las de la publicidad, se ha convertido casi en una epidemia internacional. Pero, lejos de la frivolidad, el aumento de la grasa corporal es un problema serio de salud mundial. Cuba no es excepción.
El término obesidad se deriva del latín obesus y significa “persona con gordura en demasía”. En su concepto médico se refiere al aumento del peso corporal del 20 por ciento, por encima del adecuado según la edad, sexo y talla. Aunque en sí misma es una dolencia, también se trata la obesidad como factor de riesgo asociado a otras afecciones. El crecimiento en las cifras de quienes la padecen ha llamado la atención de especialistas de casi todas las latitudes del planeta.
Según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud, más de mil doscientos millones de terrícolas padecen los efectos de la gordura. Las autoridades aseguran que para combatir este fenómeno se necesitan campañas similares a las del tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol.
Los estudiosos también refieren una estrecha relación entre las principales causas de muerte y el aumento de peso. Junto con las libras de más, aparece una propensión a los padecimientos crónicos, como la diabetes, las cardiopatías y la hipertensión arterial. Además, se asocia con la elevación del colesterol, la ateroesclorosis y los accidentes cerebro vasculares. Prácticamente todos los estudios coinciden en advertir que la obesidad es mejor prevenirla que tratarla.
Los inadecuados hábitos alimentarios han devenido elemento decisivo para que una persona sea o no obesa. La rapidez de la cotidianidad favorece el consumo de alimentos fritos, azucarados y ricos en carbohidratos. Llevar una vida sana e ingerir una alta cantidad de vegetales y frutas, parece ser la receta en la cual coinciden los especialistas. Las aspiraciones de los profesionales de la salud no promueven la obsesión por tener un cuerpo delgado. Ya se sabe que en la figura influye también el factor hereditario. La pretensión de los especialistas consiste en estimular que las personas lleven un estilo de vida sano en su sentido más amplio.
Durante mucho tiempo, las personas han acudido a diversos métodos para quitarse las libras sobrantes en el cuerpo. A veces, esto sucede por caprichos de la moda. Sin duda alguna, la preocupación por la figura no se relaciona solo con la dictadura de las pasarelas. La salud entra en juego cuando aumentan desproporcionadamente las tallas de las ropas.

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