Llegaron las papas

Hoy Juan, mi esposo, compró las papas en la placita. Pero, desde hace 3 días están allí. De hecho, ya no hay colas para adquirir las que nos corresponden por la canasta básica. No huelga decir que este tubérculo es el rey de los productos agrícolas en Cuba. Y, después de su cosecha, el Estado guarda en frigoríficos una buena cantidad para repartir poco a poco a todos los hogares, en territorios que lo cultiven o no.

Esta vez las papas son más bienvenidas que nunca. Es cierto que en los mercados agropecuarios del país hay mucho menos que hace dos meses. Casi nada. Esa verdad no se le oculta a nadie. Y la culpa no es de "alguien", sino de "algo": el paso destructor de dos ciclones tropicales que arrasaron, entre muchas cosas, con el verde del país, léase innumerables áreas de cultivo de frutas, verduras...; incluidos los plátanos, entre los más vulnerables.

Desde que amaneció el 8 de septiembre, llegaron a los mercados agropecuarios quintales de plátano, yuca, boniato... Todos sabíamos que eso lo tumbaron los ciclones y nos preocupamos por el después. Y ahí están las papas, entre otros alimentos distribuidos a cada ciudadano por igual, principalmente en las provincias más afectadas por Gustav y Ike, como Las Tunas.

Por otro lado, la gente de a pie y todo el que conozco está satisfecho por las acciones de regulación aplicadas por el Gobierno. A las personas decentes no les gusta el caos, ni vivir en la ilegalidad, comprando en el mercado negro los productos necesarios. Prefieren tener confianza y seguridad de que lo poco que tengamos nos llegará. Y se critica las conductas egoístas y oportunistas que tratan de lucrar en la necesidad.

En circunstancias anteriores al paso de Ike, tres días después de la llegada de las papas a la placita, difícilmente yo habría alcanzado. Quizás hubiera tenido que comprar por fuera alrededor de 4 ó 5 de ellas a unos 5 pesos, mucho más de lo que cuestan racionadas.