domingo, 23 de noviembre de 2008

Controlar los impulsos

A veces la gente justifica ciertos actos con la sangre caliente que bulle en quienes viven cercanos a la línea del ecuador. Se comparan con el temperamento generalmente flemático de los nacidos en latitudes más próximas a los polos. O se les clasifica pacientes y siempre reflexivos a los de ojos rasgados. No niego que llegar al mundo en una geografía y no en otra, garantiza diferencias de carácter, temperamento, personalidad y un montón de cosas más. No hay que usar bata blanca para darse cuenta. Pero de ahí a esconderse en esto para "tirarle un cabo" a ciertos comportamientos va un buen trecho.
Me refiero a la violencia. No importa si a la que sucede puertas adentro y contra los niños y ancianos, o más allá de la acera del frente, con los otros en general. Si se justifica esa respuesta a los problemas, con la influencia de factores como el lugar de nacimiento, entonces, ¿por qué es esta una preocupación mundial? ¿por qué las estadísticas de otros países recogen un aparte para las víctimas de la violencia, por ejemplo, la de género? Saber por qué suceden estos hechos, ¿significa que debemos seguir de brazos cruzados?
En el ciudadano común no escasean criterios como el de que "entre marido y mujer nadie se debe meter". La gente suele arremeter contra las mujeres víctimas, porque "son quienes provocan" o porque "aguantan el maltrato". Así, no solo son generalmente las golpeadas, sino también enjuiciadas. En ocasiones, tampoco se conoce qué se puede hacer al respecto.
Más allá de actitudes egoístas sobrevive la ignorancia en estos temas, el desconocimiento sobre los matices, las implicaciones, las heridas que no quedan en el cuerpo y el daño social que carcome como la polilla, pero con mucha menos poesía.

1 comentario:

leila dijo...

Lo leo justo hoy, el día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer. Reconozco ese determinismo geográfico con el que se justifica cualquier cosa. Pero no sabía que había quienes justificaban hasta eso con el mismo argumento!
(Por cierto te respondí una pregunta en mi blog, a grandes rasgos te digo que cuando salga el libro, vemos!)
beso