viernes, 13 de marzo de 2009

Sacerdocio periodístico



Mientras más me adentro en esta profesión, me inclino con mayor fruición a creer que es una manera de ver la vida, un estilo para comunicarse o un código para unirse. Todo esto, por encima de verla tan solo como un oficio. Y es que ser periodista –ya lo han dicho otros- constituye un sacerdocio de 24 horas por 24. Quien se precie de serlo no se quita el traje y lo cuelga al llegar a casa o en las vacaciones o lo pone en la mesita de noche para dormir. No. Algunos colegas aspiran a enriquecerla con otras carreras, pero ninguno la abandonaría.
El hecho de que cualquier persona, poseedora de la tecnología y el deseo de crear una web, ocupe la postura antes restringida a unos pocos de convertirse en emisor de mensajes ¿hace peligrar una profesión de siglos?
Mencionar esta posibilidad ante un grupo de reporteros encontraría, sin dudarlo, la más furibunda contrapartida. Nos escudamos en el hecho de que la gente siempre necesitará quien les hable e interprete la realidad por encima de lo evidente. Ese alguien entrenado para ver cuando “el hombre muerde al perro”, parafraseando a Vivaldi, y llevarles a los públicos los dramas y las historias que se hallan por doquier; un narrador de la vida.
Por muchas y diversas razones, parece que durante un buen tiempo el conglomerado de medios tradicionales parecen tener garantizada la existencia. Y con él, los hacedores de informaciones, o lo que es lo más preciso: personas que interpreten el acontecer y se lo transmiten a sus públicos... los periodistas. Así vivimos, trabajamos y seguimos alentándonos. La Jornada de la Prensa Cubana que se desarrolla cada marzo, nos sirve para seguir festejando la existencia de esta profesión, oficio...

(La primera imagen corresponde al momento en que recibí, en ceremonia solemne, la Distinción Félix Elmusa, por ¡uff! 15 años de trabajo en el sector. La otra, compartiendo entre colegas-amigos)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Saludos Iris, date un salto por mi blog. Allí dejé un premio para ti. Felicitaciones en el Día de la prensa, aunque atrasadas,
Un beso para tu linda familia,
Zenia