La presentación a los exámenes de ingreso a las universidades cada año convoca a cientos de jóvenes de duodécimo grado en todo
el país. La familia llega a este punto exhausta
después de llevar al estudiante a los repasos casi todos los días, contratar
repasadores y vivir los días previos y posteriores en pura angustia esperando
el resultado.
Fue en el curso escolar 1987-1988 cuando se introdujo en la
enseñanza Preuniversitaria esta modalidad, para, sumado al índice promedio de
los tres grados, conformar el escalafón y otorgar un lugar en los centros de
Educación Superior. Inicialmente algunas especialidades quedaban exentas de
este paso y no siempre las asignaturas por evaluar fueron Matemática, Español e
Historia, como ahora; sino algunas variaban de acuerdo con el perfil de la
carrera.
En estos casi 30 años han modificado algunos elementos.
Pero, en esencia sigue siendo un momento cumbre en la definición del futuro de
los jóvenes en Cuba. De esos resultados dependerá la profesión a la cual
consagrarán el resto de la vida. Pero, quienes no sigan el camino previsto y
soñado, deberán reorientar la profesión, tropezar a veces o asumir oficios y
desempeños que no habían tenido en cuenta, ni aspirado.
Es mayo el mes definitorio, aunque en los primeros días de
junio se publiquen las listas en las escuelas con las notas al lado de cada
nombre. Las plazas en las universidades se determinan por las 10 opciones que
marcan previamente los alumnos en una boleta. Todo el proceso siempre me ha
parecido demasiado importante y decisivo para que un adolescente lo asuma solo,
debe estar acompañado de la familia, pero también recibir más información en
las escuelas.
Todos los cursos escolares, por esta fecha, el tema
involucra a la sociedad, más allá de quienes tienen algún conocido matriculado
en el pre. De esta manera nos vemos envueltos en las polémicas de las Pruebas
de Ingreso, como la gente las nombra y ya sabemos de qué se trata. Que si no es
justo el método para llegar a las universidades, que si la de Matemática sale muy
difícil siempre, que si desaprobaron muchos estudiantes, que si fraude… Para no
variar, esta vez ha sido la anulación de una parte de una pregunta en el examen de este 27 de abril.
La salida ha sido radical y justa hasta donde conocemos. Con
seguridad el asunto será atendido para que no vuelva a ocurrir. Y las pruebas
de ingreso dejen de tener un percance añadido a las ya de por sí complicadas
ecuaciones del momento.
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