Mi familia preferida

Para qué buscar conceptos o estereotipos de qué es una familia. A veces la imaginamos compuesta por cierta cantidad de integrantes o con determinados comportamientos que la convierten en "perfecta" solo en nuestra imaginación.  A veces ni siquiera interpretamos aquello que aprendemos en la escuela, sobre célula básica de la sociedad. O damos demasiada importancia a determinar quién es el cabeza de familia... Mucho ha cambiado lo que quizás hemos concebido sobre este tema. Lo que menos cambia es quizás lo importante de sabernos parte de una, a veces más allá de la sangre.
Naciones Unidas desde 1994 ha escogido un Día Internacional para la Familia, el 15 de mayo. Y me parece bien que los especialistas teoricen sobre las características de este núcleo del cual venimos casi todos. Y, es casi, porque muchos, en diversas latitudes tienen negado el derecho a ver la luz en una y otras tienen tantos desajustes o nacen dinamitadas que apenas podría llamárselas como tal.
Es esa la razón de que esta jornada busque como objetivo crear conciencias y promover el conocimiento sobre procesos relacionados con este grupo humano donde se construyen las mejores relaciones y se nos otorga una identidad, una pertenencia.

Esta vez las acciones por el Día Internacional de la Familia pretenden dedicarse a la igualdad de género y a los derechos de los niños en el contexto familiar. También se busca prevenir la violencia doméstica.
La igualdad de género es una de las manifestaciones que convierten en muy particular a la familia cubana. Hoy son numerosas en las que los hombres se encuentran solos a cargo del hogar y la crianza de los hijos, en muchos casos, temporalmente porque las leyes permiten que no sea únicamente la mujer la encargada de permanecer fuera del puesto de trabajo tras los primeros meses del parto; porque muchas son colaboradoras y prestan servicios en otros países; pero, también, porque muchas buscan trabajo en el exterior por mejoras en la economía doméstica.
Mi familia preferida seguirá siendo la que nutre afectos sin importar el grado de consanguinidad, la que fortalece el alma en un abrazo, la de la lealtad por encima de circunstancias.